Unidad 9 

Etiquetar en la web social

La mayor parte de la información está en Internet, ya sea en su parte visible, invisible u oculta, entendida ésta última como información disponible únicamente a través de páginas generadas dinámicamente tras realizar una consulta en una base de datos, con una información inaccesible mediante los procesos habituales de recuperación de información que se realizan con ayuda de los buscadores y directorios.

El tratamiento que se da a la información digital es diferente del que se da a la analógica, no porque la información en sí sea distinta, sino porque la sociedad en la que vivimos ha variado: los procesos de aprendizaje, de búsqueda de información, incluso el modo en que nos relacionamos con otras personas son distintos.

Internet es un espacio social y cultural que favorece una comunicación participativa, multifacética y descentralizada. En este contexto web son los propios usuarios de la Red, quienes pueden asumir de manera natural el papel de representación de los contenidos, asignando palabras que describen los objetos documentales, favoreciendo la recuperación de la información y de los documentos desde su propia perspectiva.

Se denomina etiquetado social (indización social, clasificación colaborativa, social tagging...) al conjunto de productos y herramientas que permiten la descripción de contenidos aplicando la filosofía de la web 2.0, basada en una mayor interacción entre el usuario y la información y en compartirla a través de la red. Se diferencia de la indización tradicional en quién, cómo se realiza y en el resultado obtenido, mientras que el porqué sigue siendo el mismo: facilitar la localización y el acceso y recuperación de la información.

Surge por la necesidad de crear sistemas que favorezcan la representación de los contenidos de los documentos de manera ágil, rápida y sin la rigidez de los sistemas tradicionales de representación del contenido (indización).

Contexto del etiquetado (Raquel Gómez­ Díaz)

Encontramos tres tipos de elementos en el etiquetado social: conjunto de recursos (documentos de texto, imágenes fijas o movimiento, entradas de blog….); personas, que son las que asignan las etiquetas; y los recursos.

Cuando un usuario asigna etiquetas a un documento, fotografía o recurso y lo comparte con otros usuarios a través de las herramientas, sus etiquetas pueden seguir varios criterios: contenido, contexto, sensaciones, organizativa y según procedencia. Estos criterios se pueden estructurar en dos dimensiones: una personal, que no servirá a otros; y la comunitaria o compartida, que permite a otros encontrar y recuperar esos objetos y por ello la información.

No todos los recursos pueden ser etiquetados por cualquier persona. Se pueden dar dos tipos de folksonomías, las amplias (cualquier usuario puede etiquetar cualquier recurso con cualquier etiqueta) y las estrechas (únicamente el autor, o un reducido número de usuarios, pueden asignar etiquetas a un recurso).

Según Hernández Quintana, el etiquetado social tiene las siguientes características:

Características del etiquetado social
Contextualidad
Orientación para y desde el usuario
Adaptabilidad
Rentabilidad
Comunicabilidad
Desprofesionalización
Regeneración
Personalización
Negociación
Cooperación
No discriminativos
No lucrativos

 

El usuario que quiera asignar etiquetas deberá seguir una serie de pasos: pensar si los términos a utilizar permitirán que ese objeto sea recuperado, si pueden beneficiar a otros usuarios, seleccionar los cuatro o cinco términos que mejor describan el contenido del objeto, asignar esos términos porque esto favorece la clasificación de los contenidos,…

El etiquetado social ofrece una serie de ventajas: no se precisa inversión para utilizar el sistema, usa lenguajes evolutivos, riqueza de vocabulario, rápido instantáneo, potencia relaciones sociales; y limitaciones como la carencia de significado de algunas etiquetas al separarlas del contexto individual, o la no existencia de sintaxis global, donde se mezclan los idiomas y conceptos diferentes, la existencia de polisemia, ambigüedad, sinonimia,…

Existen distintas aplicaciones que emplean la indización social en la descripción del contenido potenciando que otros usuarios se beneficien del trabajo realizado por los usuarios, aunque en muchas ocasiones el usuario ni siquiera es consciente que su manera de etiquetar los contenidos contribuye a que otros usuarios localicen mejor la información. Podemos señalar una serie de aplicaciones que permiten el etiquetado social:

1. Buscadores y metabuscadores. Incorporan una herramienta de sugerencia de términos relacionados con los que el usuario busca. Ejemplos: Polymeta, Quintura.  
2. Gestores sociales de referencias. Unen las capacidades de los gestores bibliográficos tradicionales con las potencialidades de las redes sociales para descubrir y compartir información bibliográfica. Ejemplos: Bibme, Citeulike
3. Imagen. Permite almacenar, ordenar, buscar, y compartir imagen tanto fija como en movimiento de manera online. En el sistema de búsqueda incluye categorías y a través de las nubes de etiquetas se puede localizar el material subido por los distintos usuarios. Ejemplos: Flickr, Panoramio.
4. Lectura social. Aplican la indización social a contenidos relacionados con la literatura y el ensayo principalmente. Ejemplos: Anobii, Bookglutton.   
5. Marcadores sociales. Permiten acceder a la lista de favoritos desde distintos equipos y también compartir esas direcciones con otras personas. Se facilita que el usuario almacene, organice, busque y administre enlaces con la ayuda de metadatos que se pueden compartir. Ejemplos: Del.ico.us, Bibsonomy.
6. Redes sociales. Estructuras sociales compuestas de grupos de personas, que se conectan por uno o varios tipos de relaciones. Ejemplos: Google+, Lindkedin, Facebook, Twitter